little patience

Dicen que un día la vieron caminar cerca del río, miraba pero no lo cruzaba. Dicen que tenía miedo, y era cierto. Pero no era el miedo que ellos creían. Era un miedo claro y ligero, no oscuro y pesado. De ese que te hace cosquillas para hacerte saber que vas por buen camino. Pero ella no se fiaba del miedo y por eso no cruzaba. Dicen que vio a mucha gente intentarlo y no todos llegaban a la otra orilla secos. Y seguía pensando, y mirando.

Un día, cuando nadie la miraba, quiso tocar el agua para quitarse el miedo, y dicen que ese día fue ella la que se vió. Y cruzó. No se fiaba del miedo, pero de la chica del reflejo...de esa sí que se fiaba.

oops I did it again

Cómo cuesta a veces ponerse a hacer lo que sabes que tienes que hacer. Algo que no me gusta…los plazos de entrega. Y cuanto más lo intento, más escusas me invento. Que si tengo que recoger la habitación (sí, en estos casos es mejor opción), que voy a mirar una cosa en internet porque es de vital importancia (tengo que enterarme de la última estridencia de la Gaga)…Total, que al final te encuentras con que una de esas muchas veces que te plantas delante del papel, se planta delante de ti el reloj con su tic-tac como riéndose de ti porque no lo vas a poder entregar a tiempo. Y entonces te enfadas con el tiempo y con el reloj y con el ordenador, y te pones a escribir a toda prisa para demostrarles a todos que tú puedes hacerlo TODO y además, en una tarde. Normalmente funciona, vamos a ver si hoy es así.

PD.: Tiempo, blog, os odio.

smells like teen spirit

Caminar por la calle con una canción en la cabeza mientras tus pasos siguen el ritmo y piensas que ojalá todos pudieran oírla. Porque sería genial que la vida tuviera banda sonora para poder transmitir esa  energía que muchas veces se desperdicia. La música tiene esa capacidad, no sé cómo pero lo hace. Y es genial. Aunque pensándolo bien, mejor se queda en mi cabeza, la acústica es perfecta. :)

Por cierto, mil gracias a tooooodos mis reyes magos, que son geniales!!