Recién terminado el curso nos fuimos a pasar unos días de descanso total a un sitio precioso, el Algarve. Toda la región tiene un encanto especial, una frescura (aunque no precisamente por las temperaturas, que para una chica del norte como yo resultan bastante agobiantes) que me hizo reafirmarme más de una vez en mi idea de que si pudiese elegir un solo poder extraordinario sería el se viajar en el tiempo, como simple espectadora. Rezuma historia por los poros. Es un lugar de contrastes, el fondo de blancura que cubre casi cada fachada se ve interrumpido constantemente por el colorido de pinturas, azulejos y sobretodo flores y frutas. Supongo que para los que vivís en el sur no os resultará tan extraño pero incluso los matorrales menos cuidados tienes unas flores que aquí no conseguimos ni con el trabajo de un jardinero municipal.
Me voy a disfrutar de la libertad de no tener que hacer nada!!!! SEIZE THE DAY!!